martes, 5 de febrero de 2013

Historia del Instituto "Juan Bautista Berthier"



Esta Historia fue escrita para el 25 Aniversario 1958-1983 y fue extraída de una revista escolar

La Parroquia del Buen Consejo de la calle Cardoso, veía con agrado que los niños y jóvenes del barrio usaran el patio como el lugar para los momentos de esparcimiento y recreación. Pero era necesario agrupar a esos niños, educarlos cristianamente y formarlos.
El Padre Bernardo Flieger, M.S.F., entonces Párroco del Buen Consejo, obtuvo del Superior de la Congregación, Padre Pablo Wieland, la aprobación para crear un colegio de varones.
Pidió la colaboración de laicos comprometidos (Liga de Padres de Familia), y se hizo realidad el Colegio que llevaría el nombre del Fundador de la Congregación de los Misioneros de la Sagrada Familia; Padre Juan Bautista Berthier.
Su primera Directora: Srta. Lucía María Frangi, junto con dos jóvenes maestras, hicieron posible la iniciación de lo que fuera “un hermoso ideal”, y trabajaron arduamente, dedicándose de lleno a los veintitrés primeros alumnos del Colegio Parroquial, que comenzó a funcionar como tal, el 10 de marzo de 1958, en una finca de la calle Cardoso 242. Sólo había tres secciones: 1er. Grado Inferior, 1ero. Superior y 2do. Grado, contando con una Profesora de Música: la Srta. Dominga Téramo La Torre.
Pero el amor y el tesón de sacerdotes y maestras tuvo sobradas recompensas, y al año siguiente se crea el Jardín de Infantes y el 3er. Grado.
El alumnado seguía creciendo en número y formación cristiana. Esas pequeñas aulas, que antes servían de habitaciones a una familia vecina, con iluminación insuficiente, preocupaban no sólo a los Misioneros y a la Dirección, sino a los padres de los alumnos. Era necesario poner manos a la obra y actuar, en beneficio de los niños. 
Se cita a los padres y se crea la “Asociación Amigos del Colegio Juan B. Berthier”, cuyo presidente fue el Sr. Pedro Morelli, y contando con la colaboración de todas las Instituciones Parroquiales, se van  solucionando los primeros inconvenientes para iniciar las obras de ampliación de las aulas.
El 20 de noviembre de 1960 se coloca la piedra fundamental, bendecida por Monseñor Bolatti, siendo padrinos de la ceremonia y del Colegio: La Sra. Elsa M. de Morelli y el Sr, Antonio Petraca.
El Colegio sigue creciendo a pasos agigantados. En 1961 se hace cargo de la Parroquia el Padre Pablo Wieland y con él ingresan nuevos maestros para cubrir la atención de los alumnos ante la creación de otras secciones de grados.
Aunque el colegio era pobre, tenía el vigor y el entusiasmo para cantar su alegría y decir a todos que eran los seguidores del Padre Berthier.
“Un alma sin aspiraciones es como un pájaro sin alas”, fue uno de los lemas, y cada uno de los que llegaban al joven Instituto se hacía partícipe de él. Por eso se crea el escudo del Colegio, obra de la Srta. Isabel Rosa Sánchez, Profesora de Dibujo del Instituto, con un cóndor que vuela hacia la altura, en busca del ideal supremo: Cristo. Y por eso también, el poeta Carlos Patrignini, escribe un himno dedicado al Colegio Berthier, para que los alumnos del Instituto hagan conocer a todos sus deseos de superación.
Los versos originales se recitaron por primera vez el 25 de mayo de 1961 y se publicaron en el primer periódico escolar:

“Eleve nuestro canto en alto vuelo
el cóndor que alcanzar pretende el sol;
y, al escucharlo, se sonría el cielo,
la nubecilla, el aire, el arrebol.

La Iglesia con sus Leyes y doctrina
nuestro cantar proclame con amor,
somos heraldos de la Ley Divina,
en medio de la noche del error.

Un alma es como un pájaro; sin alas,
sin sacrificio, fe, ni aspiración,
es un soldado sin valor, sin galas,
sin vida, sin honor, sin corazón.

Coro o estribillo

Eleve nuestra voz
un cántico al Señor
Viva el Reino de Dios,
viva el Rey del Amor”.

El 16 de julio de 1961, el Cardenal Antonio Caggiano bendice el edificio escolar. En 1962 se crea una nueva división en el sector primario completándose así toda la sección en un turno. Se siente la imperiosa necesidad de crear el Colegio Secundario. Este comienza a funcionar al iniciarse el período escolar 1963 con el Padre Huberto Schulte (M.S.F.) como Rector, la Srta. Delia Rusconi como Secretaria, El Sr. Ricardo Murchio, como jefe de Preceptores, y un grupo de seis Profesores y 30 alumnos.
El período escolar mimeografiado toma forma de revista. Se publica el Himno del Colegio modificado para ponerle música, que compone el Sr. Carlos Gracia Cerioni, maestro del Colegio Primario.
Las obras de construcción siguen en marcha… Se termina la loza superior y todos festejamos cada acontecimiento con un encuentro, donde la alegría de sentirse integrante de una Comunidad que ha sacrificado horas y esfuerzos personales se refleja en los rostros. La Parroquia y el Colegio se unen en la oración, en los paseos, en las festividades…
En 1965 el Colegio Primario está completo en ambos turnos: mañana  y tarde. Se crea entonces el cargo de Vicedirección, siendo la primera Vicedirectora de la Sección Primaria la Sra. Blanca Patrignani de Durasnik.
“Sólo la fe de unos pocos, inflamó el entusiasmo de muchos”, y así se pudo completar una realidad.
A fines de 1967 se realiza la Primera Promoción de Peritos Mercantiles y en 1968 la de los Primeros Bachilleres.
Lo que ayer fuera el sueño de dos Sacerdotes Misioneros, un poco visionarios y muy celosos de su apostolado: Padre Bernardo Flieger y P. Pablo Wieland, tuvo el apoyo de toda una Comunidad y fue posible. Dios estuvo siempre con ellos y Él vería con agrado que esos niños de ayer se convirtieran en adolescentes ya formados en los objetivo del Padre Berthier.
“Las distintas aulas que fui ocupando las siento etapas diferentes de mi vida”, escribe Daniel Pardini de 1º Ciclo Básico, tiempo atrás.
El Padre Pablo Wieland y el Padre Huberto Schulte viajan a su patria (Alemania), y toma su lugar, como Cura Párroco un sacerdote argentino: Padre Jorge Munier.
En 1970 el Colegio Secundario cuenta con un nuevo Rector y un Director de Estudios: los Profesores Ricardo Jorge Río y Alberto José Limeses.
El 1º de mayo de 1972 es ordenado sacerdote el Padre Alfredo Estraviz, y en junio del mismo año es destinado a la Parroquia del Buen Consejo, integrándose así a nuestra comunidad educativa.
El 9 de setiembre de 1977 es nombrado Director del Colegio Primario el Profesor Jorge N. Gómez, que ingresara en 1965 a formar parte de nuestro personal docente, y que actualmente dirige la Sección.
A principios de 1982 el Padre José Castañón es nombrado Cura Párroco del Buen Consejo y en seguida nos transmite su espíritu alegre y su profunda fe en Dios y los hombres.
Y hoy, veinticinco años después de aquel 10 de marzo en que se abrieron por primera vez las puertas del Instituto Berthier, un edificio grande, luminoso, con nuevas y cómodas instalaciones, nos recibe cada mañana.
Aquí están los nombres grabados de muchas personas que integran el plantel directivo, docente, de Sacerdotes Misioneros, de Profesores, de personal administrativo, de alumnos, de padres, de amigos de la casa… y esos nombres están en cada elemento que integra esta Casa Grande, porque no es el nombre en sí lo que forma nuestro hogar sino, el amor que cada uno puso en el accionar de cada día de vida de nuestro Colegio.
Por eso es que hemos querido dejar en esta historia, una serie de acontecimientos que sintetizan a todos los que han pasado por estos patios y aulas, que ayer eran sólo un proyecto, pero que hoy se ha convertido en una hermosa realidad: a los sacerdotes que nos han acompañado en este crecer de cada día, Padres: Miguel Bock, Juan Weber, Celestino Fanucci, Miguel Fanucci y Hermano Andrés; A los Directivos que lucharon por llevar adelante esta obra, a los maestros y profesores que cada día nos acompañan en la tarea, a veces un poco ardua, pero que llega a todos con el calor de una verdadera familia.
Los que lean mi historia, seguramente se sentirán integrantes directos, porque a pesar de las vicisitudes o contrariedades propias de toda familia, hay una palabra sola que sintetiza todo: Amor. Ella es la que nos enseñaron con el ejemplo y seguirá grabada en nuestros corazones cuando ya no estemos y seamos nosotros también los protagonistas de la Historia del Colegio JUAN BAUTISTA BERTHIER!